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El transmisor de señales, conocido como Amazonas 5 y desarrollado por Hispasat, una empresa española de operación de satélites, tiene como objetivo mejorar la conectividad de internet, redes y telecomunicaciones en América del Sur y América Central.
El satélite, lanzado a bordo del cohete Proton Breeze, ha sido posicionado en la órbita de 61º Oeste y será gestionado por la filial brasileña Hispamar.
La fecha de lanzamiento fue el 11 de septiembre, desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.
El operador ha confirmado que el satélite se encuentra en órbita y está llevando a cabo las pruebas necesarias para garantizar su correcto funcionamiento.
"Este satélite ha sido diseñado específicamente para América Latina y adaptado a las demandas de este mercado, tanto en el ámbito audiovisual como en la provisión de soluciones de conectividad para los sectores residencial, corporativo y de movilidad", afirmó Carlos Espinós, consejero delegado de Hispasat.
La empresa asegura que esta alternativa puede beneficiar a más de un millón y medio de personas en los principales países de América Latina, ofreciendo a los operadores regionales acceso a internet satelital, así como servicios de transporte o backhaul para el despliegue de redes móviles 3G, 4G (LTE) y futuramente 5G.
Gracias a su capacidad tecnológica, el satélite podrá ofrecer alrededor de 500 nuevos canales y promover la televisión en ultra alta definición 4K en Centro y Sudamérica.
Amazonas 5 cuenta con una potencia de 9,9 kilovatios, está basado en la plataforma de 1.300 Space Systems Loral (SSL) y se estima que tenga una vida útil de 15 años.
¿Cómo funcionan los satelites?
Los satélites son dispositivos artificiales que orbitan alrededor de la Tierra, dependiendo de la combinación de la fuerza gravitatoria y la velocidad tangencial.
Estos artefactos son lanzados al espacio mediante cohetes y, una vez en órbita terrestre, se mantienen en posición gracias a la fuerza de atracción de la Tierra.
La velocidad orbital es crucial para que los satélites permanezcan en su órbita; esta velocidad varía según la altura de la órbita, siendo más alta para los satélites de baja altura y más baja para los de órbita alta.
Los satélites cumplen una variedad de funciones, como proporcionar servicios de telecomunicaciones, imágenes de la Tierra y monitoreo climático. Para realizar estas tareas, están equipados con distintos instrumentos y antenas que les permiten comunicarse con la Tierra y recolectar datos.
La comunicación con los satélites se efectúa mediante señales de radio, transmitidas desde y hacia la Tierra a través de estaciones terrestres conocidas como estaciones de seguimiento y control.
En resumen, el funcionamiento de los satélites se basa en la interacción entre la fuerza gravitatoria y la velocidad orbital constante. Estos dispositivos están diseñados para llevar a cabo diversas funciones desde el espacio, utilizando antenas y otros instrumentos especializados.
